sábado, 16 de agosto de 2025

Angélique Marguerite Le Boursier du Coudray, preparadora de parteras

 

 

Foto 1 Retrato de Angélique Marguerite Le Boursier du Coudray “sage-femme”. Imagen recreada por IA

 

En Francia, en 1740, a las “parteras” se les llamaba “sage-femme”. Este término, que se traduce literalmente como “mujer sabia” o “mujer buena”, reflejaba el reconocimiento de su conocimiento y habilidades en el ámbito del parto y la atención a la mujer (1).

 

Además de “sage-femme”, también se utilizaba el término “comadre” para referirse a ellas, aunque este término era más común en países de habla hispana.

 

Hoy en día se les denomina: Madrinas. Comadres. Parteras. Comadronas. Matronas. Obstétricas. Amas de parir. Mujer «sabidora». Profesora en partos. Y en euskera: Emagin. Emagin-Etxe. Amakide.

 

La palabra “partera” proviene del latín “parere”, que significa “dar a luz”. En el pasado, la partería era una práctica común, y las parteras a menudo tenían un profundo conocimiento de las tradiciones locales y remedios herbales para el cuidado materno infantil.

 

La figura de la partera en Francia, y en particular la “sage-femme”, tenía un papel muy importante en la sociedad, encargándose de la atención de la mujer durante el embarazo, parto y posparto. Algunas parteras, como Madame du Coudray, destacaron por su conocimiento y por la difusión de sus enseñanzas a través de cursos y manuales, como la publicación que realizó en 1759 “Abrégé de l'Art des accouchemens” (Compendio del Arte del parto), cuya segunda edición de 1769 ya estaba ilustrada con grabados suavemente coloreados.

 

Foto 2 Abrégé de l'Art des accouchemens. Madame Le Boursieur Du Coudray, 1777

 

«Abrégé de l’art des accouchemens: dans lequel on donne les préceptes nécessaires pour le mettre heureusement en pratique», organizado en treinta y ocho capítulos a modo de lecciones y con láminas explicativas en colores (1 y 2).

 

Aunque la práctica de la medicina estaba vetada a las mujeres, en el siglo XVIII las parteras o comadronas siguieron dominando la atención en el embarazo y el parto. Fueron las autoras de una importante literatura obstétrica, en la que compartían su saber y pericia, y eran las profesionales preferidas por las mujeres para ser atendidas en su parto, frente a los cirujanos obstetras o comadrones. Sin embargo, en esta centuria se inició su sometimiento a estos a los que se encomienda el control de su formación y práctica. La «masculinización de la obstetricia» se dio principalmente en Inglaterra y Francia, siendo minoritaria en los territorios de la monarquía hispánica, donde todavía eran escasos los obstetras (1).

 

Angélique Marguerite Le Boursier du Coudray, Sage-Femme. Partera

 

Angélique Marguerite Le Boursier du Coudray (nace en 1714 Clermont-Ferrand – y fallece el 17 de abril de 1789 en Burdeos) nació en el seno de una familia de médicos franceses.

 

Fue alumna de Anne Bairsin, maestra partera, durante tres años. Recibió su diploma en Saint Come el 26 de septiembre de 1739 y poco después en febrero se convirtió en partera profesional en 1740 donde había completado su formación y pasando sus exámenes en l’École de Chirurgie de París y convirtiéndose en jefa de parteras en el Hôtel-Dieu de esa misma ciudad (2)

 

Foto 3 L’École de Chirurgie de París en el Hôtel-Dieu de París, 1740. Imagen recreada por IA

 

Después de haber sido maestra partera en el Châtelet de París durante dieciséis años en 1756 regresó a su Auvernia natal para comenzar a impartir cursos gratuitos a las parteras que atendían partos en las zonas rurales que apenas sabían leer ni escribir; con esta práctica se buscaba disminuir la tasa de mortalidad infantil en estas comarcas con escasos recursos.

 

Su gran idea fue el invento de un maniquí –trapos, telas, cartones, algodón, madera– para comprender la mecánica del parto, una ‘máquina’ –así se denominaba púdicamente– representando la pelvis de una mujer, el útero, sus ligamentos, la vagina y el recto. Además, este especial mecanismo incorporaba un modelo de niño de tamaño natural –lo suficientemente flexible para poder deformarlo en diferentes posiciones–, una placenta y un cordón umbilical (2).

 

Foto 4 Recibiendo formación en L’École de Chirurgie de París en el Hôtel-Dieu, 1740. Imagen recreada por IA

 

Angélique quería que sus lecciones fueran ‘palpables’, puesto que sus enseñanzas iban dirigidas a personas con escasa formación; por eso su maniquí estaba preparado para mostrar las técnicas de parto en diferentes situaciones: con un feto sietemesino, con gemelos o un recién nacido (2).

 

Algunas de estas ‘máquinas’ tenían incorporados detalles sorprendentes: huesos humanos bajo el tejido –para dar firmeza al torso–; fetos con la cabeza con fontanela, ojos, orejas, cabellos pintados, nariz y boca con lengua –incluso se podía meter el dedo hasta 5cm en la boca para practicar la “maniobra François Mauriceau” en los partos de nalgas–; el cordón umbilical en cuero permitía el flujo de líquido imitando el sanguíneo; etc.

 

Foto 5 Maniquí de Angélique du Coudray

 

Del maniquí de Angélique du Coudray queda un ejemplar en el Musée Flaubert d’Histoire de la Médecine (Hospital de Rouen).

 

La formación de las futuras matronas duraba dos meses, constaba de 40 unidades didácticas, cada una de un día de duración. Las clases se impartían seis días a la semana, tanto por la mañana como por la tarde, lo que garantizaba una formación intensiva y exhaustiva (5) y las alumnas practicaban con este maniquí. Tal fue el éxito de este artilugio, que el rey Luis XV emitió una real cédula autorizando a Angélique du Coudray a impartir su curso en todo el reino. A partir de 1759, y hasta 1783, Angélique formó a más de 5.000 mujeres como parteras en todas las regiones de Francia. También adiestró a los cirujanos que perpetuarían después sus enseñanzas.

 

El curso, de aproximadamente dos meses de duración, constaba de 40 unidades didácticas, cada una de un día de duración. Las clases se impartían seis días a la semana, tanto por la mañana como por la tarde, lo que garantizaba una formación intensiva y exhaustiva. Con este enfoque revolucionario, Madame du Coudray sentó las bases de la formación obstétrica moderna, mejorando la seguridad de los partos en toda Francia.

 

Como suele ocurrir, tuvo que enfrentarse a matronas supersticiosas y a médicos celosos de su protección real. Pero consiguió con sus enseñanzas una clara disminución de la mortalidad infantil (2).

 

Fue la primera partera en enseñar el «arte del parto» en público y fue una de las que, a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, promovió la formación de parteras en cursos a fin de que sustituyeran a las parteras formadas con la práctica (3).

 

Foto 6 Dando clases de partera en las aldeas rurales. Imagen recreada por IA

 

Para hacer prácticos sus cursos, inventó un maniquí (de madera, cartón, tela y algodón) que reproducía a tamaño natural la pelvis de una mujer durante el parto y permitía diferentes manipulaciones; en 1758 fue reconocida por la Academia de Cirugía francesa. El administrador de Auvernia, que la conocía como una partera «muy hábil y de muy buena voluntad», decidió que las principales ciudades de su provincia debían disponer de un maniquí de Coudary.

 

Puso especial cuidado en la fabricación del maniquí infantil. Tenía el tamaño de un recién nacido y estaba totalmente articulado. Los rasgos de su rostro, más bien toscos, estaban dibujados de manera esquemática. Sin embargo, la boca se presentaba abierta y permitía introducir dos dedos 5 centímetros. De este modo, la estudiante podía practicar “la maniobra de François Mauriceau” y facilitar el paso de la cabeza del bebé en caso de presentación de nalgas.

 

Luis XV le concedió una patente real en 1759, un diploma y una pensión, y le pidió que enseñara la partería a las campesinas en un intento de reducir la mortalidad infantil llegando a las 40 aldeas campesinas. Iba a las localidades en un carruaje tirado por caballos. A partir de ahí fue a dar cursos por todo el reino de Francia. A los cuarenta y cinco años de edad, y durante casi un cuarto de siglo hasta 1783, y a pesar de los problemas de gota y obesidad que sufría, viajó por toda la Francia rural y formó a más de cinco mil mujeres, que a su vez formaron a miles más (4).

 

Foto 7 Dando clases de partera en las aldeas rurales francesas. Imagen recreada por IA

 

Enseñó también a quinientos cirujanos y médicos varones. Consiguió abrir casas de maternidad en muchas ciudades grandes. El método «simple, claro y exacto» de Angélique du Coudray, «su paciencia y su celo», le valió estima y consideración. A través de su esfuerzo educativo, Du Coudray se convirtió en una sensación nacional y en un símbolo internacional del avance médico francés (3).

 

El método de Angélique du Coudray logró la aprobación de la Academia de Cirugía, y, si bien no fue aceptada en algunos lugares como en Montpellier donde había una Universidad y en Alsacia, donde funcionaba una Escuela de parteras; generalmente eran los párrocos los que se encargaban de anunciar su llegada a la ciudad y de movilizar a las futuras alumnas (6).

 

Gracias a este peculiar invento del maniquí, Madame du Coudray logró concienciar a la sociedad francesa de la importancia de la higiene y los cuidados, así como de la necesidad de luchar contra la mortalidad infantil. Según los archivos, en cada aldea, el índice de mortalidad en los partos descendía tras el paso de Madame du Coudray y su máquina.

 

En 1789, Angélique du Coudray con 74 años vivía con su sobrina, Coutanceau. La llegada de la Revolución le suscitó la preocupación de que la educación de las parteras ya no fuese una prioridad. Coutanceau, su sobrina, presentó una memoria a la Asamblea Nacional para recordar su importancia. Citó el caso de La Fayette, cuyo nacimiento casi milagroso se lo debía a Angélique du Coudray. La Fayette caería pronto y Alphonse Leroy, un viejo enemigo, se manifestó, denunciando la ignorancia de supuestamente todas las parteras y hablando con desprecio de la 'señorita' que enseñaba a dar a luz con una muñeca.

 

Foto 8 Dando clases de partera en las aldeas rurales francesas. Imagen recreada por IA

 

Vicq de Azyr inició una investigación y las provincias se pronunciaron en gran medida a favor de Angélique du Coudray. Al mismo tiempo, la brecha se ampliaba entre aquellos que querían reservar el parto para los hombres y las mujeres, que querían libertad total. Se anularon los títulos: cualquiera podía decirse a sí mismo 'responsable de sanidad'. Por otra parte, el Estado se empobreció y la pensión que tenía asignada ya no le llegó. Angélique du Coudray tuvo que vender sus posesiones para atender sus necesidades (3).

 

Ayudada por su marido, Coutanceau, que no había recibido ningún dinero de París desde que presentó su escrito, mantuvo la llama encendida. El 13 de julio de 1793 se convirtió, antes que su marido, en la primera directora de una maternidad que acababa de fundarse.

 

Se estableció en Francia la etapa del terror. Durante este periodo, ambas mujeres obtuvieron un certificado de responsabilidad cívica. Un día, en ausencia de su sobrina y su marido, Angélique du Coudray falleció el 17 de abril de 1789 en Burdeos a los 75 años de edad, al parecer de vejez, aunque muchos eruditos sospechan que fue asesinada durante la noche por el apoyo que recibió del rey Luis XV y un año después de que Luis XVI y su esposa María Antonieta fueran ejecutados (3).

 

Foto 9 Atendiendo a una mujer embarazada en el Hôspital Dieu de París. Imagen recreada por IA

 

A finales del siglo XVIII, dos tercios de las parteras de Francia habían sido formadas por Madame du Coudray.

 

Su revolucionaria labor como docente, encaminada a prevenir los riesgos durante el parto, ayudó a salvar miles de vidas y sentar las bases científicas de la obstetricia moderna.

 

Bibliografía

1.- La Sanidad en el siglo XVIII (5): Obstetricia y comadronas. Javier Segura del Pozo, médico salubrista. 8 de abril de 2024

https://saludpublicayotrasdudas.wordpress.com/2024/04/08/la-sanidad-en-el-siglo-xviii-5-obstetricia-y-comadronas/

 

2.- Angélique du Coudray, formadora de matronas, 1740. Mujeres con Ciencia

https://mujeresconciencia.com/2015/06/03/angelique-du-coudray-formadora-de-matronas/?fbclid=IwY2xjawKrjy1leHRuA2FlbQIxMQBicmlkETBVNVQ4alJyUkR6NzlOY3dQAR4NawxTrgneoTt7dRzhYRWT85s2y9Azki_3ovkwoOFrdFvcfWzqGIGBZIRkVg_aem_iukklL-85gMnhg1nq51j3Q

 

3.- Angélique Marguerite Le Boursier du Coudray

https://es.wikipedia.org/wiki/Ang%C3%A9lique_du_Coudray

 

4.- Angélique-Marguerite Du Coudray. Comadrona de la Ilustración 1714 - 1789

https://www.medarus.org/Medecins/MedecinsTextes/du_coudray.htm

 

5.- Angélique du Coudray madre de la simulación obstétrica. Pier Luigi Ingrassia. 7 de marzo de 2025

https://simzine.news/es/experience-es/angelique-du-coudray-madre-de-la-simulacion-obstetrica/

 

6.- La máquina de parir. Marisa Avigliano

https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-5378-2009-12-11.html

 

Foto 10 Sala de hospitalización del Hôspital Dieu de París, 1740. Imagen recreada por IA

 

Enciclopedia Wikipedia

Manuel Solórzano Sánchez. Grado en Enfermería

https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Sol%C3%B3rzano_S%C3%A1nchez

Día 20 de octubre de 2022, jueves

 

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Manuel Solórzano Sánchez. Erizaintzako Gradua

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Foto 11 Dibujo de la Escuela de Comadronas del Hôspital Dieu de París, 1740. Imagen recreada por IA

 

Foto 12 Dando clases de partera en las aldeas rurales. Imagen recreada por IA

 

Manuel Solórzano Sánchez

Graduado en Enfermería. Enfermero Jubilado

Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF

Premio a la Difusión y Comunicación Enfermera del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa 2010

Director y Miembro del Blog de Historia de Enfermería “Enfermería Avanza”

Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería

Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería

Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.

Miembro Supernumerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)

Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA

Comisión de Historia de la Enfermería del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa / Gipuzkoako Erizaintza Elkargo Ofiziala

Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa. Años 2019 y 2022

Sello de Correos de Ficción. 21 de julio de 2020 y 31 de diciembre de 2022

Premio a la Visibilización de la ACEB. 15 de mayo de 2024. Deusto Bilbao

masolorzano@telefonica.net

 

 

 

 

 

viernes, 1 de agosto de 2025

Louise Bourgeois Partera Real 1593

 

1563-1636

 

Foto 1 Retrato de Louise Bourgeois Boursier. Imagen recreada por IA

 

La práctica de la medicina ha estado históricamente reservada a los hombres. Solamente algunos ámbitos concretos estaban permitidos a las mujeres. Uno de ellos era el de las parteras. Durante siglos, la amplia experiencia de estas mujeres fue respetada por los hombres. Algunas de ellas incluso pasaron a la historia con nombre propio. Ese fue el caso de Louise Bourgeois, quien no sólo ejerció como partera, sino que plasmó en un libro toda su experiencia (1).

 

Louise Bourgeois nació en 1563 en una zona rural a las afueras de Paris, en el conocido barrio de Faubourg Saint-Germain, donde su padre poseía importantes propiedades. Louise pertenecía a la burguesía francesa por lo que tuvo la suerte de recibir una esmerada educación algo no muy común en aquella época, ya que no se enseñaba a las niñas a leer ni escribir (1 y 5).

 

Foto 2 Louise Bourgeois Boursier en el Hôspital Dieu de París. Imagen recreada por IA

 

El 30 de diciembre de 1584 se casó teniendo 21 años con el barbero-cirujano Martín Boursier que vivía cerca de su casa en la parroquia de Saint Sulpice (según las escrituras antiguas de la parroquia, Martín era ayudante de Ambroise Paré (2), entonces jefe de cirugía del Hospital para pobres de París, Hôtel Dieu (3). La pareja empezó a vivir en Faubourg Saint-Germain probablemente en el 1586 y seguramente en 1588 (4).

 

El 31 de octubre de 1589, debido al ataque a París realizado por Enrique de Navarra y al posterior y prolongado sitio de la ciudad; Louise Bourgeois debió abandonar su casa y sus pertenencias para refugiarse con su madre y sus tres hijos para protegerlos detrás de las murallas de la ciudad de París, ya que su marido estaba combatiendo en el ejército real francés en ese momento. Tuvo que abandonar la gran mayoría de sus posesiones ya que no había ninguna manera de llevarlas a través de las murallas de la ciudad (4).

 

En 1594 Enrique de Borbón (1553 – 1610) fue coronado como Enrique IV, Rey de Francia, pero mantuvo una guerra contra los españoles hasta 1598. La Liga Católica, movimiento político armado, tenía como objetivo imponer el catolicismo cómo única religión y eliminar el protestantismo de Francia. Estas cruentas luchas religiosas se mantuvieron desde 1576 hasta 1598 cuando Enrique IV que era protestante, tuvo que abjurar de su fe y convertirse al catolicismo para ser aceptado como rey de Francia. La tolerancia religiosa fue decretada en 1598 y el catolicismo fue reconocido como religión del Estado (5).

 

Para empezar a obtener ingresos económicos Louise Bourgeois empezó a trabajar de costurera realizando labores de punto y bordado (6), un empleo que tampoco le daba suficiente dinero para vivir. Su marido regresó de la guerra, pero su estancia en el ejército no le dio suficiente dinero para mantener a la familia. Mientras Louise tuvo su último hijo, la mujer para la que trabajaba le aconsejó empezar con la profesión de partera. Es más que probable que Louise aprendiera los conocimientos de medicina y cirugía de la mano de su marido, en vez de acudir a la Escuela para parteras del Hôtel-Dieu de París. Estos hospitales creados por la caridad cristiana, cerca de las grandes catedrales, para atender a los pobres, enfermos y desvalidos (4 y 6).

 

Foto 3 Escuela para parteras del Hôtel-Dieu de París, 1600. Imagen recreada por IA

 

Con 24 años, Louise ya había tenido tres hijos. Al poco tiempo, en 1593 ya estaba ejerciendo como partera en París con 30 años cerca del College de Bourgogne; y su fama se empezó a extender por toda la ciudad (1 y 6). Conocida como “La Boursier” por sus contemporáneos.

 

Durante años, las parteras habían ejercido acreditadas por una licencia que expedían las universidades. Pero a finales del siglo XVI tanto los médicos como las propias parteras vieron la necesidad de exigir algún tipo de instrucción formal. (…) Los reglamentos de París del año 1560 y el curso de estudio ideado por los cirujanos del Hôtel Dieu se convirtieron en el modelo seguido por las ciudades de toda Francia y más tarde de toda Europa (1).

 

Durante cuatro años estudió a conciencia los libros que le facilitaron y empezó a practicar el oficio de partera con las mujeres pobres de París. Hasta que se sintió preparada para presentarse al examen oficial que le permitiera conseguir el título de partera. A finales de 1598 obtenía una licencia y diploma oficial contando con 35 años de edad (6).

 

Foto 4 Louise Bourgeois Boursier en el Hôspital Dieu de París. Imagen recreada por IA

 

Louise obtuvo su licencia y su diploma para practicar legalmente su oficio de partera en 1598 cuando aprobó el examen que le exigían como partera. El comité para licenciarse consistía en cinco personas que actuaban como tribunal: un físico, dos cirujanos y dos parteras llamadas Dupuis y Péronne. Después, se mudó al pueblo de Saint-André des Arts con su familia, y rápidamente empezó la práctica del oficio de partera en el Barrio Latino. Se convirtió en una partera habilidosa, ganando una excelente reputación en su profesión. A través de sus prodigiosas escrituras y métodos basados en el sentido común, ayudó a que creciera el campo de la obstetricia dentro del folclore científico de su época (1 y 4).

 

En 1601 con 38 años fue nombrada Partera Real; la profesionalidad de Louise llegó a oídos de la reina de Francia María de Médici. Un año antes se había casado con Enrique IV y ya estaban esperando su primer hijo.

 

María impuso la elección de partera a su marido, quien había elegido a Madame Dupuis como partera real. La reina había oído las experiencias de las damas de la corte de Louise Bourgeois que había asistido partos con éxito de muchas chicas jóvenes de la Corte Real y su excelente reputación fue la razón de ser llamada a palacio. Su amplia experiencia, plasmada en varios manuales sobre el arte de partear, sentó las bases de la ginecología y la obstetricia de los siglos posteriores en Francia (1).

 

Foto 5 Louise Bourgeois Boursier atendiendo el parto de María de Médici en 1601. Imagen recreada por IA

 

Louise Bourgeois recibió 500 libras (coronas) para cada hijo nacido y 300 libras por cada hija. Los ingresos medios para una matrona en esa época eran 5 libras por parto (4).

 

Durante nueve años, Louise trajo al mundo a los seis hijos de la reina, entre ellos el futuro Luis XIII y fue una de las parteras más solicitadas de su tiempo (1).

 

Louise Bourgeois fue galardonada en 1608 con la suma de 6.000 libras por sus servicios a la corona real como partera. Después del nacimiento de María Enriqueta, la última hija, Bourgeois pidió una pensión de 600 libras al año. El rey Enrique IV aceptó pagarle 300 libras, una cantidad que era considerada una buena pensión para su retiro (4).

 

Foto 6 Retrato de Louise Bourgeois a los 45 años en 1608, realizado por el médico francés Achille Chereau (8) (1817 - 1885) y publicado en un breve ensayo en 1852. Imagen recreada por IA

 

En su retiro escribió un gran tratado con contribuciones importantes hechas en el ámbito de la obstetricia. También escribió un libro de buenas prácticas de asistencia al parto en 1609, siendo la primera mujer en escribir sobre este tema. La última sección de este libro, titulado “Consejo a mi Hija”, Louise hace hincapié y opina sobre varios temas de la mujer. En la última sección, aconseja a su hija “temer a Dios” y atender al pobre con caridad. También, critica a las mujeres de su época por preferir ser asistidas por hombres especializados en física en lugar de confiar en las parteras.

 

Mi arte radica en la experiencia, más que en la ciencia” declaraba Louise. Realizó el primer plan de educación en Francia para la formación de parteras, y en los primeros años del siglo XVII, en 1609 apareció su libro “Observaciones diversas sobre la esterilidad, la pérdida del fruto, fecundidad, parto, enfermedades de la mujer y del recién nacido”, donde volcó todos sus conocimientos y experiencia (5).

 

Desde el siglo XII cuando Trótula de Salerno en Italia, había escrito sus libros de ginecología no había aparecido otra obra escrita por una mujer, con tantas explicaciones sobre la fertilidad y las enfermedades femeninas. La obra de Louise fue ampliamente difundida por toda Europa, traducida a varios idiomas y se convirtió en un importante trabajo científico sobre la obstetricia (5).

 

Foto 7 Louise Bourgeois Boursier en el Hôspital Dieu de París. Imagen recreada por IA

 

En el 1759, se amplió el contenido del libro gracias a la contribución de una de sus descendientes, Angélique Marguerite Le Boursier du Coudray, quien fue también una partera francesa (4).

 

A pesar de que técnicamente se retiró como partera real, Bourgeois siguió asistiendo partos. En 1627, ayudó a nacer al hijo de la duquesa de Orléans la princesa María de Borbón-Montpensier. Desafortunadamente, la duquesa murió de fiebre después del parto y fue responsabilizada de su muerte. Los hombres físicos de oficio, muchos de ellos enemistados con Bourgeois, escribieron el informe de la autopsia, y dijeron que una pieza de la placenta quedó en la matriz de la duquesa después del parto, dando a entender que Louise Bourgeois se la había dejado allí y que, por tanto, ella era la culpable de la muerte de la duquesa (4 y 7).

 

En respuesta a esto, Bourgeois escribió “La Disculpa de Louise Bourgeois”, en la que cuestiona la validez de las opiniones anteriores, diciendo “Según vuestro informe [...], exponéis vuestra ignorancia sobre lo que el útero constituye para una mujer después del parto”. En su 'disculpa', Bourgeois también destaca muchas de sus cualificaciones. Fue utilizada por los físicos para desprestigiar su labor como partera (4)

 

Louise Bourgeois escribió: “He practicado mi oficio de partera durante treinta y cuatro años, fielmente, diligentemente y honorablemente, y he adquirido no solo un buen certificado después de varios exámenes, sino que también he escrito libros y tratados en esta materia, los cuales han sido imprimidos y publicados en varias ediciones y han sido traducidos a lenguas extranjeras, trabajo que me han agradecido muchos físicos notables y también me han confesado lo útiles que serán para toda la humanidad” (4).

 

Lousie Bourgeois- Boursier murió en París en 1636 a los 73 años de edad (5).

 

Foto 8 Louise Bourgeois empezó a practicar el oficio de partera con las mujeres pobres de París. Imagen recreada por IA

 

Sus Obras

 

1609.- “Observaciones diversas sobre la esterilidad, el aborto, la fertilidad, el parto y enfermedades de la mujer y los recién nacidos”. Fue el primer libro sobre información práctica de obstetricia y el parto escrito por una mujer. Pocos textos de este tipo existían en aquella época. Su libro, se convirtió en un auténtico tratado de obstetricia en el que plasmó su experiencia, con casi 2.000 partos, en 50 capítulos con sus explicaciones, fue traducido a latín, alemán, holandés, e inglés y utilizado hasta el año 1700.

 

Foto 9 Observaciones diversas sobre la esterilidad, el aborto, la fertilidad, el parto y enfermedades de la mujer y los recién nacidos, 1626. Imagen recreada por IA

 

1617.- Observaciones diversas sobre la esterilidad..., edición expandida con la teoría obstétrica desarrollada en 1609. También contiene una colección de Consejos a mi hija.

Sus Observaciones fueron ampliamente difundidas por toda Europa y se convirtieron en un tratado imprescindible en su época para la práctica de la obstetricia (1 y 4).

 

1626.- Observaciones diversas sobre la esterilidad..., edición expandida con agregados sobre tratamientos como dosis de hierro para tratar la anemia.

 

1634.- Colección de Secretos de Louise Bourgeois, llamada Boursier, con tratamientos como la versión de pie (girando la criatura alrededor en algunas situaciones de manera segura para que puedan salir los pies primero), el cual este conocimiento fue ampliamente aceptado entre las parteras europeas y los médicos de aquella época (04).

 

Agradecimiento

Sandra Ferrer Valero

 

Foto 10 Louise Bourgeois empezó a practicar el oficio de partera con las mujeres pobres de París. Ayudando a una parturienta. Imagen recreada por IA

 

Bibliografía

01.- El artículo La partera real, Louise Bourgeois (1563-1636) se publicó en el blog Mujeres en la Historia de Sandra Ferrer Valero el 21 de junio de 2011

https://mujeresconciencia.com/2016/07/08/la-partera-real-louise-bourgeois-1563-1636/?fbclid=IwAR0KW6biDYYnyhrdh_ItvGxDTTfcZyfsN8tn6pAUVPSVmcIPQBXwEWdeP8w

 

02.- Ambrosio Paré, un aprendiz de barbero. Manuel Solórzano Sánchez. Publicado el domingo día 20 de junio de 2010

http://enfeps.blogspot.com/2010/06/ambrosio-pare-un-aprendiz-de-barbero.html

 

03.- Los Cuidados en el Hôtel – Dieu de París (XII – XVI). Cristina Teresa Morales. Publicado el viernes día 4 de noviembre de 2016

http://enfeps.blogspot.com.es/2016/11/los-cuidados-en-el-hotel-dieu-de-paris.html

 

04.- Louise Bourgeois Boursier

https://es.wikipedia.org/wiki/Louise_Bourgeois_Boursier

 

05.- Mujeres que hacen historia

https://mujeresquehacenlahistoria.blogspot.com/2014/07/siglo-xvi-louise-bourgeois-boursier.html

 

Foto 11 Sala de hospitalización de hombres del Hôspital Dieu de París en el siglo XVI. Imagen recreada por IA

 

06.- La partera de Luis XIII

https://www.pressreader.com/spain/clio-historia-spain/20191101/282806423119813?srsltid=AfmBOopFbpEfAa3y6eYMKoky2QF_LwHqvr0KnDDoGS8qOOb--vXchNJN

 

07.- Louise Bourgeois (1563-1636). La partera profesional que trajo al mundo al Rey.

https://metodolaxmi.com/la-conmovedora-historia-de-una-de-las-matronas-mas-famosas-del-mundo/

 

08.- La otra Louise Bourgeois. Ciencia y Arte. Domingo 20 de junio de 2010

https://ciencia-arte.blogspot.com/2010/06/la-otra-louise-bourgeois.html

 

Foto 12 Sala de hospitalización de mujeres del Hôspital Dieu de París en el siglo XVII. Imagen recreada por IA

 

Enciclopedia Wikipedia

Manuel Solórzano Sánchez. Grado en Enfermería

Manuel Solórzano Sánchez - Wikipedia, la enciclopedia libre

https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Sol%C3%B3rzano_S%C3%A1nchez

Día 20 de octubre de 2022, jueves

 

Entziklopedia Wikipedia en Euskera

Manuel Solórzano Sánchez. Erizaintzako Gradua

https://eu.wikipedia.org/wiki/Manuel_Sol%C3%B3rzano_S%C3%A1nchez#Ibilbidea

Día 27 de octubre de 2022, jueves

 

La Voz de Enfermería en la Enciclopedia Auñamendi

Primera parte: http://www.euskomedia.org/aunamendi/39190

Segunda parte: http://www.euskomedia.org/aunamendi/39190/132780

 

Imágenes por IA. Para pedirle a la inteligencia artificial (IA) que genere una imagen, le debo proporcionar un «prompt» (descripción detallada para que use sus algoritmos de aprendizaje que procesan grandes cantidades de datos y cree la imagen visual deseada).

 

Foto 13 Sala de hospitalización de mujeres del Hôspital Dieu de París en el siglo XVII. Imagen recreada por IA

 

Manuel Solórzano Sánchez

Graduado en Enfermería. Enfermero Jubilado

Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF

Premio a la Difusión y Comunicación Enfermera del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa 2010

Director y Miembro del Blog de Historia de Enfermería “Enfermería Avanza”

Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería

Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería

Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.

Miembro Supernumerario de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País. (RSBAP)

Académico de número de la Academia de Ciencias de Enfermería de Bizkaia – Bizkaiko Erizaintza Zientzien Akademia. ACEB – BEZA

Comisión de Historia de la Enfermería del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa / Gipuzkoako Erizaintza Elkargo Ofiziala

Insignia de Oro del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa. Años 2019 y 2022

Sello de Correos de Ficción. 21 de julio de 2020 y 31 de diciembre de 2022

Premio a la Visibilización de la ACEB. 15 de mayo de 2024. Deusto Bilbao

masolorzano@telefonica.net